domingo, 16 de junio de 2013

Temas

Buenos días compañeros, maestros y visitantes de mi blog, en este tema que es la Historia de México he decidido colocar 3 subtemas, los cuales son México en el siglo XIX, XX y XXI, para ver las entradas de esos temas hacer click en los siguientes apartados:

Tema 1: México en el Siglo XIX

Tema 2: México en el Siglo XX

Tema 3: México en el Siglo XX

Espero y el trabajo realizado sea de su agrado, gracias.

Creado por: Daniel Nicolás Duarte Martínez 3°D T/M

México en el Siglo XXI




En el año 2000 México vive por primera vez, tras 71 años de gobiernos priístas, la alternancia política cuando una alianza de los partidos Acción Nacional y Verde Ecologista de México derrotó al PRI en las elecciones presidenciales. Vicente Fox, proveniente de un partido de derecha, es elegido presidente de la Nación en mitad de un movimiento de éxodo muy grande hacia Estados Unidos debido a la crisis económica y la falta de empleo.


En 2006 tras las elecciones generales del 2 de julio, Felipe Calderón Hinojosa es electo presidente de México. El ciudadano Andrés Manuel López Obrador, candidato por la izquierda a la presidencia de la Nación, desconoce los resultados electorales anunciados por el Instituto Federal Electoral y acusa de fraude al presidente Vicente Fox. La Ciudad de México, se ve paralizada por una manifestación de resistencia civil pacífica, patrocinada por el gobierno de la Capital (también de izquierda), argumentando que los votos apuntados en las urnas no coincidían con los datos repartidos por el gobierno, como finales. Finalmente la diferencia mínima entre ambos partidos deriva en la Declaratoria Oficial de Presidente Electo por el Tribunal Electoral del Poder judicial de la Federación al ciudadano Felipe de Jesús Calderón Hinojosa presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos para el período del 1 de diciembre del año 2006 al 30 de noviembre del año 2012.

En Oaxaca un movimiento de maestros cuya petición esencial era la destitución del titular del ejecutivo del gobierno del estado, Ulises Ruiz, conforma la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), lo cual desata un conflicto que desemboca en la intervención de la policía federal, así como la represión y detención de varios de líderes populares, quienes son encarcelados en prisiones de máxima seguridad. En los primeros días de su gobierno, Felipe Calderón cumple su promesa de mano dura e inicia una serie de acciones en contra del llamado crimen organizado y el narcotráfico e inicia la Guerra contra el narcotráfico, en la que se moviliza a un número considerable de elementos militares, a quienes sube el sueldo y pide lealtad, hacia los focos de acción de dichos grupos dentro del país. 

De 2006 a 2011, las confrontaciones por disputas territoriales entre los distintos carteles de narcotraficantes que operan en Mexico y los enfrentamientos contra miembros del ejército, marina y la Policia Federal han causado la muerte de aproximadamente 40,000 personas. El 28 de marzo de 2011 y como consecuencia del asesinato de su hijo el escritor Javier Sicilia encabeza un movimiento social denominado Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) en Cuernavaca, Morelos. En tres meses de existencia logra hacer visibles a las víctimas de la violencia en México, criticando la estrategia de confrontacion militar frontal del Presidente Felipe Calderón, aduciendo que genera más violencia y es fallida. Su movimiento social logra marcar un hecho sin precedentes en México: establecer un diálogo por la paz entre representantes de la sociedad y el Gobierno Federal. El 23 de junio de 2011 se lleva a cabo el primer diálogo por la paz, en el Castillo de Chapultepec, donde algunos familiares de víctimas de la violencia, así como Javier Sicilia establecieron un dialogo con Felipe Calderón y el poder ejecutivo, exponiendo sus casos y mostrando las razones por las que piensan que la estrategia contra el crimen está fallando. El MPJD desde su gesta hasta septiembre de 2011, realiza varias marchas y dos caravanas, recorriendo así el norte y el sur del país, mostrando la emergencia nacional.

El 1 de diciembre de 2012 llega a la presidencia Enrique Peña Nieto después de que ganara las elecciones del 1 de julio de ese mismo año. Elecciones que se caracterizaron por el regreso del PRI al poder derrotando al partido en el gobierno durante los dos sexenios anteriores: Vicente Fox Quezada (2000-2006) y Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) por parte del PAN, así como nuevamente la inconformidad de los partidos de izquierda encabezados por Andrés Manuel López Obrador, en aquel entonces dentro de las filas del PRD, que meses antes habían impugnado las elecciones para anularlas argumentando que se había llevado a cabo un fraude electoral. El 30 de agosto de 2012 el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emite el dictamen sobre el cómputo final declarando válido el proceso electoral y declara a Enrique Peña Nieto como presidente electo.

sábado, 15 de junio de 2013

México en el Siglo XX

El siglo XX mexicano comienza con la Revolución. Como se menciona Díaz había convocado a elecciones para elegir a su sucesor, de las que salió victoriosa compuesta por Madero y José María Pino Suárez, del Partido Antirreeleccionista. Sin embargo, Díaz desconoció el resultado de las votaciones. Como reacción, Madero llamó al levantamiento armado por medio del Plan de San Luis. Al llamado se levantaron numerosos grupos de las más diversas clases sociales y enarbolando las más variadas banderas sociales: en el noroeste, Álvaro Obregón encabezó la revuelta de los pequeña clase media campesina, en Chihuahua Francisco Villa huyendo de la persecución encabezaba un regimiento formado por ganaderos; en Coahuila, Venustiano Carranza representaba a los hacendados; y en el estado de Morelos, Emiliano Zapata y sus tropas de indígenas reclamaban el reparto agrario. Díaz finalmente dimitió el 24 de mayo de 1911. Salió voluntariamente del país siete días más tarde, a bordo del vapor Ypiranga, con rumbo a Francia, en donde le fue entregado el sable de Napoleón III por haberse destacado como estratega militar. Murió y fue sepultado en Francia.








Mientras tanto, el Congreso nombró como interino al señor Francisco León de la Barra (porfirista), que entregó la presidencia a Madero en noviembre de 1911. En febrero de 1913, Victoriano Huerta dio un golpe de Estado contra Madero, a quien mandó asesinar junto con Pino Suárez en la "Decena Trágica", y gobernó como dictador hasta 1914. En el bando revolucionario también había disputas: por ejemplo, Zapata había desconocido a Madero porque sintió que lo había traicionado al no haber iniciado el reparto agrario. A la muerte de Madero, las facciones revolucionarias se levantaron en armas contra el usurpador, y lo derrocaron, quedando como presidente Venustiano Carranza. A éste correspondió promulgar la Constitución que rige actualmente en México, y que incorporó varias de las demandas sociales reivindicadas por los movimientos revolucionarios y sus antecesores (jornada de ocho horas, libertad de culto, salario mínimo, reparto agrario, nacionalización de los recursos naturales, etc). Mientras tanto, el ejército revolucionario se dividió en dos facciones: una, encabezada por Carranza y Obregón, moderada y vinculada con los intereses de la burguesía norteña; y la otra, con Zapata y Villa, más radicales y vinculados con los intereses de los campesinos. Los vencedores fueron los primeros, Zapata fue asesinado en Chinameca en 1919, y cuatro años más tarde la misma suerte tuvo Villa. Con la llegada de Obregón al poder en 1920, varios de los artículos constitucionales fueron puestos en vigor. Entre las consecuencias de ello está la Guerra Cristera, que enfrentó a tropas campesinas alentadas por la jerarquía católica contra el ejército federal.



Obregón fue sucedido en el cargo por Plutarco Elías Calles, quien opinaba que la Revolución había de perpetuarse en instituciones y formó, en marzo de 1929, el Partido Nacional Revolucionario, primer antecedente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) (que dominaría la escena política hasta el 2000). Calles fundó el Banco de México y puso fin a la Cristiada, llegando a un acuerdo con el clero. Al final de su período, Obregón se reeligió, pero fue asesinado en San Ángel antes de tomar posesión. Siguieron tres presidentes que gobernaron dos años cada uno y que fueron títeres de Calles, a quien se acusa de haber planeado el asesinato de Obregón. Durante este período, conocido como Maximato, México enfrentó la resaca de la crisis de 1929 y perdió la soberanía sobre un territorio lejano y casi desconocido: la Isla de la Pasión, que pasó a manos francesas. Lázaro Cárdenas del Río, el presidente electo para el primer período sexenal de la historia de México (1934-1940), desterró a Calles, apoyado en su amplia popularidad entre la población más pobre y mayoritaria. Dio gran impulso a la educación ("socialista") y al reparto de tierras. Es recordado por la expropiación petrolera, acontecida el 18 de marzo de 1938, y por la nacionalización de los ferrocarriles. No obstante que inició con un impulso radical, el gobierno de Cárdenas al final debió moderarse por el contexto de crisis económica derivado de los pagos de las nacionalizaciones. Su sucesor, Manuel Ávila Camacho, frenó el reparto agrario, concilió con la naciente clase burguesa industrial y enfrentó el inicio de la Segunda Guerra Mundial. El 22 de mayo de 1942, México se une a los aliados en la segunda guerra mundial.
 


Miguel Alemán le sucedió, siendo el primer presidente de México en la época priísta que no era militar. Después gobernó Ruiz Cortines, bajo el sexenio del cual se le dio derecho de voto a la mujer. López Mateos, quien le sucedió, logró en México un fuerte progreso económico, además de la nacionalización de la energía eléctrica. Se puede calificar al gobierno de Díaz Ordaz como autoritario, ya que durante su gobierno se dieron varias manifestaciones sociales, particularmente la huelga estudiantil de 1968 que culminó en la matanza de Tlatelolco el 2 de octubre de ese año. Luis Echeverría, quien fuera Secretario de Gobernación en ese sexenio, fue el siguiente Presidente, el cual quiso identificarse con una imagen de izquierda política. De allí siguió José López Portillo; durante su gobierno se desató una gran crisis económica a raíz de la nacionalización bancaria; sin embargo, fue también en su gobierno que la política de exploración petrolera logró el descubrimiento del yacimiento petrolero de Cantarell, del cual se extrae hasta la fecha gran parte del petróleo mexicano que aporta 40 centavos por cada peso del presupuesto nacional. Finalmente Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo forman lo que se llamó el periodo del neoliberalismo, en el que México sufrió una devaluación permanente del peso.
 


Durante la décadas de 1950-1960 hubo numerosas protestas y peticiones de ampliaciones de libertad y derechos, como la rebelión de ferrocarrileros que azotó los estados de Sinaloa comandada por Germán Ruelas, Nayarit comandada por Miguel Gómez y en Jalisco por Antonio Hernández. También algunos civiles levantaron protesta por la falta de democracia y esto originó cierta represión, como la matanza a los manifestantes de Tlatelolco en 1968. Por otro lado, se reabrió el debate sobre la economía mexicana y se comenzaron a vender más de 750 empresas del Estado a la iniciativa privada nacional y extranjera, las llamadas privatizaciones. El 1 de enero de 1994 al entrar en vigor el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá aparece en escena el Ejército Zapatista de Liberación Nacional el cual afirma buscar, mediante armas originalmente y en la actualidad con diálogo, desarrollar a los olvidados y pobres pueblos indígenas, habituales blancos de violaciones, torturas y asesinatos por parte de militares y paramilitares.

viernes, 14 de junio de 2013

México en el Siglo XIX

Durante casi todo el siglo XIX el joven país afrontó guerras interinas por el poder. Tras la consumación de la independencia nacional, se discutía la forma de gobierno de la nueva nación. El Plan de Iguala señalaba que a su independencia, México debía convertirse en una monarquía encabezada por un miembro del linaje de Fernando VII. Mientras se encontraba un candidato a la corona de México, se había instalado una Junta de Gobierno Provisional, ocupada por tres personas. Meses más adelante, en 1822, Agustín de Iturbide fue proclamado Emperador de México. En aquel tiempo, formaban parte del territorio mexicano el antiguo virreinato de Nueva España y el de la Capitanía General de Guatemala.

El Imperio Mexicano duró apenas unos cuantos meses. Rápidamente se vio envuelto en una crisis financiera derivada de la necesidad de pagar los daños provocados por los once años de revolución independentista. Además, los grupos republicanos cobraban cada vez más fuerza. En el año de 1823, Antonio López de Santa Anna y Vicente Guerrero proclamaron el Plan de Casamata, por el que negaban al gobierno de Iturbide y anunciaban la instauración de una república. El emperador intentó defenderse por medio de las armas, pero su ejército fue derrotado y él exiliado en ese mismo año. Con la derrota del Imperio, las provincias centroamericanas se separaron de México, lo cual hicieron todas, salvo Chiapas, para formar las Provincias Unidas de Centroamérica. Tras un breve interludio, presidido por una Junta Provisional, encabezada por Pedro Celestino Negrete, en 1824 el Congreso Constituyente promulgó la Constitución Mexicana que habría de regir a la República. Este documento asentaba que la nación adoptaba como forma de gobierno la república federal, con división de poderes. Éstos residirían en la Ciudad de México, y estaría integrada por estados federados y territorios federales. El Congreso convocó a elecciones en las que salió electo Guadalupe Victoria para el período de 1824-1828.
A partir de la conclusión del período de Victoria, la vida política mexicana se tornó inestable, debido a las pugnas entre la antigua aristocracia y el pequeño grupo de burgueses liberales del país. El personaje central a lo largo de la primera mitad del siglo XIX fue Antonio López de Santa Anna, quien repelió la intentona hispana por reconquistar México y ascendió al poder once veces: cinco de ellas como abanderado de los liberales y las otras seis como conservador. En 1833 tuvo lugar el primer intento de reforma liberal profunda del Estado, encabezada por Valentín Gómez Farías (a la sazón presidente interino, pues Santa Anna se había retirado a descansar a su hacienda) y José María Luis Mora. La reforma fracasó por el regreso de Santa Anna a la presidencia, con el apoyo de los conservadores. En 1835 fueron promulgadas las Siete Leyes, una constitución de corte centralista, que ocasionó la declaratoria de independencia de Zacatecas (rebelión reprimida brutalmente por el general Cos) y Texas. Este último territorio, perteneciente al estado de Coahuila y Texas, se separó de México en 1836. Cinco años más tarde la República de Yucatán declaró su independencia, y no se reincorporaría a México hasta 1848. Ese mismo año de 1841, el estado de Tabasco decretaría su separación de México en protesta por el centralismo imperante en el país, el estado se reincorporaría oficialmente en 1842. El 6 de enero de 1843, fue proclamada la segunda república centralista de México, encabezada por Santa Anna. La vida de la república sería muy corta, pues tres años más tarde fue incapaz de enfrentar la invasión estadounidense, hecho que los liberales aprovecharon y terminaron por rehabilitar la constitución de 1824 el 22 de agosto de 1846.

     
Por esa época, México enfrentaba una guerra con Estados Unidos. Este país había anexado el Territorio de Texas en 1841, y en 1846 reclamó a México la posesión de la franja de tierra comprendida entre el río Bravo y el río de las Nueces. El límite de la provincia texana históricamente había sido el río de las Nueces, unos 300 km más al norte del Bravo, por lo que las reclamaciones eran infundadas. El gobierno estadounidense acometió contra México, y ocupó el país desde 1846 hasta 1848. Después de esto los estadounidenses ocuparon el territorio nacional. Durante la invasión a la Ciudad de México los ejércitos de Estados Unidos al mando de Winfield Scott torturaron y mataron a algunos soldados irlandeses del Batallón de San Patricio que colaboraron con la resistencia mexicana. Finalmente, el 14 de septiembre de 1847, los estadounidenses izaron su bandera en el Palacio Nacional, tomando antes el Castillo de Chapultepec, que era, por aquel entonces, colegio militar, y donde se encontraban sólo unos cuantos cadetes de guardia, ahora conocidos como "los Niños Héroes". La guerra concluyó con la firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo, en el que México reconocía la frontera texana en el río Bravo y "cedía" los territorios de California y Nuevo México (cerca de 2,000,000 de km² que hoy conforman los territorios de California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah, la mayor parte de Colorado y la región suroeste del Wyoming y Kansas, y el oeste de Oklahoma).

Tras la guerra con Estados Unidos, fue electo para la presidencia José Joaquín de Herrera. El gobierno de Herrera fue más o menos tranquilo, aunque las elecciones para relevarlo fueron presa de la división entre liberales y conservadores. Este nuevo conflicto se resolvió con la llegada de Santa Anna al poder, que gobernó por última ocasión la república entre 1853 y 1855. Santa Anna se autonombró dictador de México y gobernó con el título de "Su Alteza Serenísima" (el tratamiento fue elevado al rango de ley constitucional). Mientras tanto, la mayor parte del país seguía en la miseria. El colmo fue el aumento en el monto de los impuestos y la creciente corrupción del gobierno. Por ello, en 1854 los liberales se fueron a la guerra, amparados en el Plan de Ayutla y encabezados por Juan Álvarez e Ignacio Comonfort. El movimiento, conocido como Revolución de Ayutla, concluyó con la renuncia y destierro de Santa Anna y la instalación de Álvarez como interino. Durante las presidencias de Álvarez y Comonfort, fueron promulgadas varias leyes de corte liberal, conocidas como Leyes de Reforma, que, entre otras cosas, establecieron la separación entre el Estado mexicano y la Iglesia Católica y anularon los privilegios de las corporaciones (incluidas las comunidades indígenas). La puesta en marcha de estas leyes dio lugar a un nuevo conflicto entre liberales y conservadores, conocido como Guerra de los Tres Años o Reforma.

Benito Juárez ocupó la presidencia interina de la república tras la renuncia de Comonfort, y fue convocado un nuevo congreso constituyente que promulgó el 5 de febrero de 1857 la nueva constitución mexicana, de orientación liberal moderada. Sin embargo, las reformas contempladas por la nueva constitución fueron motivo de una nueva rebelión conservadora en Tacubaya y, desconociendo el gobierno de Juárez, nombraron un presidente provisional. Las huestes de ambos bandos se enfrascaron en una guerra que concluyó con la victoria de los liberales en enero de 1861. En ese mismo año, el gobierno de la república decretó la suspensión de pagos de la deuda externa, pues carecía de medios para pagarla. Francia, uno de los principales acreedores, instó a España e Inglaterra a presionar por la vía militar al gobierno mexicano. La marina de los aliados llegó a Veracruz en febrero de 1862. El gobierno mexicano se aprestó a negociar por la vía diplomática, y logró el retiro de los ingleses y españoles.

Los franceses bajo el mando de Napoleón III, por su parte, dieron comienzo a las hostilidades militares. Comenzando por la batalla de Puebla, ganada por el ejército de Ignacio Zaragoza y las milicias populares del estado, la guerra comenzó. Hubo en un principio muchas victorias para los franceses, que tomaron la capital en junio de 1863. El gobierno republicano, con Juárez a la cabeza, se había trasladado a San Luis Potosí el 31 de mayo. Fue perseguido por los franceses, y finalmente se estableció en Paso del Norte. Mientras tanto, en la capital, el 10 de julio la Asamblea de Notables había nombrado como emperador de México a Maximiliano de Habsburgo. El Segundo Imperio Mexicano duraría hasta 1867, ya que a partir de 1865 el ejército francés empezó a sufrir derrotas a manos de las guerrillas mexicanas (que comenzaron a abastecerse de armamento estadounidense). La guerra culminó con la retirada del ejército francés y con la rendición de los conservadores y el fusilamiento del emperador en Santiago de Querétaro.

Juárez siguió en el poder hasta su muerte el 18 de julio de 1872. Los últimos años de su gobierno fueron duramente criticados por las diversas facciones en que se habían dividido los liberales. Para las elecciones de 1871, se presentaron como candidatos Sebastián Lerdo de Tejada, Porfirio Díaz y el mismo Juárez, quien ganó. A su muerte ocupó la presidencia Lerdo de Tejada, que elevó a rango de ley constitucional las leyes radicales de reforma promulgadas durante el periodo de 1855-1856. Cuando Lerdo intentó reelegirse, los porfiristas se levantaron en armas y lo derrocaron. Aunque por ley la presidencia debía ser ocupada por José María Iglesias, los porfiristas desconocieron su gobierno y finalmente Díaz ocupó la presidencia en 1876. Así comenzó el período que en la historia de México es conocido como el Porfiriato.